THE GREAT BATTLE III
 
Sistema: SUPER FAMICOM
Formato: 10Mb ROM CASSETTE
Hardware: -
Lanzamiento: 26.03.1993
Marca: BANPRESTO
Desarrollador: SUN L

Nació en 1990 con un juego de sumo para Famicom que reuniera a Gundam, Kamen Rider y Ultraman, pero la que se ha venido a llamar Konpachi [Compatible] Hero Series no tardó en generar múltiples subsagas que se extenderían por todos los sistemas de Nintendo. Banpresto encontró un filón sin precedentes en la idea del crossover pasado por el filtro homogeneizador de la caricatura —no hay que perder de vista que dos de las tres series televisivas licenciadas eran de imagen real— y comenzaba a ser raro el género lúdico que no tuviera representante en la serie de la compañía del negro antifaz.

The Great Battle era el nombre para albergar los juegos de acción de la saga, con un contenido argumental interrelacionado pero sin pretensión alguna de profundizar en el mismo. Para este tercer capítulo vuelve a recurrirse a la fórmula de la acción en tres ejes, muy a la usanza de Golden Axe en esta ocasión, solo que con un inventario de objetos auxiliares que deberemos gestionar y emplear durante el combate y enriquecer en las distintas tiendas disponibles a cambio del dinero recaudado. Como en el episodio anterior, un cuarto personaje que atiende por Fighter Roa y es creación de la propia Banpresto se añade al trío original —F-91, Ultraman Great y Black RX—. Al igual que aquél, el juego contempla un modo de dos jugadores simultáneos, así como la opción de anular la posibilidad de infligir daño directo a tu compañero en estas partidas, que, como es lógico, conlleva un cambio radical a la hora de afrontarlas. La principal característica de The Great Battle, léase la capacidad para asumir la personalidad de cualquiera de los protagonistas en cualquier momento del desarrollo con la mera pulsación de un botón del controlador, tampoco falta en la tercera entrega, donde las diferencias de comportamiento entre los mismos son algo —y sólo algo— más acusadas que en las entregas anteriores.

Y en efecto, el motor del juego sigue el canon de Golden Axe —con una detección de colisiones y un sistema de combos y ataques muy similar (incluyendo las cargas)—, solo que con un ritmo algo más elevado y la posibilidad de hacer dobles saltos, de protegerse y de lanzar un superataque pulsando por unos instantes el botón. En definitiva, viene a ser una evolución natural de la mecánica de The Great Battle II, pero con un mayor rango de ataque gracias a las armas que ahora empuñan los personajes.

Las andanzas de nuestros mini-héroes en un planeta medieval no podían contar con un mejor planteamiento. Banpresto gusta de la inspiración directa en los arcades para su popular serie y
para este tercer capítulo —en manos de Sun L— volvieron a conseguir capturar el ritmo y la filosofía propios de los juegos para salón, además de añadir una gama de características que redimensionan con brillantez la mecánica típica de este género. La introducción de un inventario, por ejemplo, posibilita un nuevo mundo de estrategias y ganchos para el jugador gracias a la amplia gama de items a adquirir con las monedas recogidas.

Por desgracia, Banpresto también gusta de olvidar que las recreativas se caracterizan por haber sido sometidas a estrictos tests con el fin de pulir finamente todas las aristas existentes en la mecánica, lo que resulta bastante paradójico dados los orígenes de la compañía . Como las entregas anteriores, The Great Battle III tiene puntos muy negros en el desarrollo, momentos en los que poco importa la destreza del jugador porque está condenado de antemano a morder el polvo; situaciones y patrones de ataque que, de mal diseñados, convierten la experiencia en frustración y te provocan ganas de hacer uso de los créditos ilimitados o del inadecuado sistema de contraseñas puestos a nuestra disposición, Dios me ampare en su Santo Seno.

Y es una verdadera pena, porque The Great Battle III lo tenía todo para convertirse en el mejor del género para el sistema Super Famicom: amplias posibilidades mecánicas, un desarrollo prolongado pero enormemente variado, modo de dos jugadores, ritmo considerable sin —¡oh, cielos!— ralentizaciones y, especialmente, una puesta en escena colosal. Por encima del grado de simpatía que nos puedan despertar las caricaturas de los personajes televisivos de mayor culto en Japón, lo que es innegable es la maestría con la que Banpresto ha sabido diseñar los sprites, llenos de expresividad y detalle, además de su considerable tamaño. Claro que contaba con muchos ensayos previos incluso en este mismo sistema, pero The Great Battle III supone una digna culminación de su singular trabajo, al menos hasta el momento. Escenarios e interludios gozan igualmente de una gloriosa ejecución; el color y la variedad de los primeros son, sin duda, una de las mayores bazas del programa. Quizás para otra vez se acuerden de jugar su juego antes de ponerlo a la venta; The Great Battle III, tal cual, es solo un formidable espejismo.



                                               Recap

  

    
    
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Sotsu Agency - Sunrise y Banpresto
             
 



 
   
     


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